- Escuchar a los profesionales: peluqueros, maîtres, maquilladoras, videógrafos… Todos tienen una gran experiencia y conocen perfectamente los tiempos requeridos para realizar su trabajo.
- Estar peinada y maquillada un buen rato antes de que llegue el equipo que os hará vídeo y fotos. Puede resultar algo incómodo pero es fundamental. Si se ajusta mucho el tiempo cualquier imprevisto en la peluquería o incluso en el camino de esta a casa puede trastocar todos los planes y, con ello, incrementar considerablemente el nivel de nervios, sudores y tensión facial para las fotos. ¡Relájate, hazlo con tiempo y disfruta!
- La persona responsable de la ceremonia (sacerdote, concejal, juez de paz…) os comentará la duración de la misma, pero como somos educados y la teletransportación todavía no se ha inventado, hay que hacer una previsión calculando más tiempo. La firma, el arroz y recibir felicitaciones duran fácilmente 30 minutos. A esto hay que añadir el tiempo correspondiente al viaje hasta el lugar del banquete.
- Si hay lecturas de amigos o familiares (a parte de las propias del rito en caso de ceremonia religiosa) pedidles que se moderen en la duración, marcad un tiempo e insistid que lo ensayen con cronómetro en mano y a viva voz para no excederse. Hay que tener en cuenta que los discursos muy largos suelen perder su fuerza y muchos asistentes dejan de atender.
- Cocktail o fotos. No se puede hacer esperar a los invitados, y si se empieza a servir, los novios llegarán cuando éste ya haya finalizado. ¡Hay que elegir! Siempre tendrás la opción de cerrar otra fecha para hacer las fotos y poder tenerlo todo.
10 Consejos a tener en cuenta en el timming del día de tu boda
Cuando una pareja prepara el día más importante de su vida quiere que la comida sea la mejor, la decoración preciosa, la ceremonia emotiva, el traje espectacular. Quiere hacer un homenaje a los que más quiere y corre el riesgo de perder de vista un aspecto fundamental: el “timming”
Estos consejos te ayudaran a resolver tus dudas y posibles equivocaciones con respecto a los tiempos y el ritmo del evento.
- El cocktail se ha convertido en todo un clásico en las bodas. Cada vez son más variados y abundantes. Debe tenerse en cuenta esta evolución, no sólo para controlar que la comida no se alargue demasiadas horas, sino también para que no sea excesiva en cantidad. Pocas veces lo he disfrutado pero siempre ha sido una agradable sorpresa. Hay que tener en cuenta que si nuestros invitados están picando una hora de pie resulta superfluo volver a poner un picoteo una vez sentados a la mesa. Una solución ideal es ofrecer una pequeña degustación, tal vez un plato ligero y sabroso que se consuma en pocos minutos para pasar directamente al plato principal.
- Hablar con los responsables del salón y el maître, que realmente tiene el control de todo lo que sucede, para conseguir un servicio ágil. Muchas veces el personal de los salones no quiere “meter prisa” a los novios. Lo hacen con toda la buena intención del mundo, pero no son conscientes de que les están haciendo un flaco favor. Los novios y los invitados disfrutarán más si hay ritmo, si no hay largas esperas entre plato y plato.
- Y como las esperas entre plato y plato son frecuentes, aprovechad el momento para hacer la entrega del ramo, de regalos, discursos o incluso para poner pequeños vídeos de corta duración que amenizan la velada. Conseguiréis que en ningún momento decaiga el ambiente y evitaréis una acumulación de “tareas” tras la tarta.
- Los amigos son un elemento fundamental en todas las bodas pero hay que tener cuidado con las bromas y los eternos vídeos. Dichos vídeos deben ser para todos los públicos, no durar demasiado, si se proyectan entre plato y plato será mucho mejor y deben conseguir que los novios disfruten –hay veces que en lugar de eso, se les hace pasar un mal rato-. Cuando los vídeos se proyectan al final de la cena y son largos, muchos invitados se retiran sin pasar al baile o la barra libre. Evítalo impidiendo que haya momentos de aburrimiento y espera.
- Llegamos al último punto de nuestro decálogo. Realmente es consecuencia de los 9 anteriores y el objetivo principal de éstos. Inaugura el baile a una hora prudencial. Es señal de que todos los invitados todavía están presentes, entretenidos y con ganas de echarse un bailoteo mientras se toman una copa. Vuestro gran día dejará un gran recuerdo de emociones, pero también de haber sido muy entretenido en cada momento