- Escuchar a los profesionales: peluqueros, maîtres, maquilladoras, videógrafos… Todos tienen una gran experiencia y conocen perfectamente los tiempos requeridos para realizar su trabajo.
- Estar peinada y maquillada un buen rato antes de que llegue el equipo que os hará vídeo y fotos. Puede resultar algo incómodo pero es fundamental. Si se ajusta mucho el tiempo cualquier imprevisto en la peluquería o incluso en el camino de esta a casa puede trastocar todos los planes y, con ello, incrementar considerablemente el nivel de nervios, sudores y tensión facial para las fotos. ¡Relájate, hazlo con tiempo y disfruta!
- La persona responsable de la ceremonia (sacerdote, concejal, juez de paz…) os comentará la duración de la misma, pero como somos educados y la teletransportación todavía no se ha inventado, hay que hacer una previsión calculando más tiempo. La firma, el arroz y recibir felicitaciones duran fácilmente 30 minutos. A esto hay que añadir el tiempo correspondiente al viaje hasta el lugar del banquete.
- Si hay lecturas de amigos o familiares (a parte de las propias del rito en caso de ceremonia religiosa) pedidles que se moderen en la duración, marcad un tiempo e insistid que lo ensayen con cronómetro en mano y a viva voz para no excederse. Hay que tener en cuenta que los discursos muy largos suelen perder su fuerza y muchos asistentes dejan de atender.
- Cocktail o fotos. No se puede hacer esperar a los invitados, y si se empieza a servir, los novios llegarán cuando éste ya haya finalizado. ¡Hay que elegir! Siempre tendrás la opción de cerrar otra fecha para hacer las fotos y poder tenerlo todo.
